Muy Queridas Hermanas, Profesorado etc., etc.…
¡Pasarán los días, muchos días han de pasar! nos iremos nosotros, qué importa, lo verdaderamente imprescindible ya lo habéis sembrado vosotros.
El ejemplo y la entrega es la mejor simiente que el suelo pueda recoger.
Apenas han pasado unas horas de la clausura de los actos del CINCUENTENARIO y tan emotivas han sido las vivencias, que uno desearía que todo hubiera sido más extenso.
Arduo ha sido el camino para quienes durante mucho tiempo lo habéis dado todo por lograr el éxito que merecen los eventos bien organizados, máxime éste que conmemora 50 años de Educación cargada de éxitos.
«Sino creéis en Mí al menos creer en Mis hechos»
Un proyecto ejecutado con la entrega infinita y el amor, cariño, dedicación, etc., etc., del mejor estilo que deja en el aire la interrogante ¿cómo es posible que aún en los tiempos que corren puede escribirse una realidad tan bonita?, pues lo ha sido y quienes hemos tenido la suerte de vivirlo damos Fe de que así ha sido.
Es una bella película, el guión sencillo pero cargado de voluntades e intenciones de metas con fines del más loado fin, la educación. Los actores principales, educadores no siempre bien tratados por la Sociedad, que no se da cuenta que la estructura futura de quienes rijan el destino en aquel tiempo no serán otros que los en estos tiempos se están formando, al igual que lo fueron otras cuatro generaciones.
Con el señorío de quien todo entrega sin condiciones y la bondad de los elegidos habéis dado una lección sin condicionar la correspondencia,
¡¡Qué bonito!!, poder decir que en esta ocasión vuestra labor ha sido reconocida y festejada.
Falta quizá el remate recíproco que debía surgir y en acto de APAS Profesorado completar, el evento ya concluido con un recuerdo al profesorado. Lo hablamos en alguna reunión pero no se concretó, por mi parte si surge la ocasión lo expondría a la presidenta. No pretendo distorsionar nada puesto que la excelente organización de todos los actos no merece la más mínima crítica negativa.
Al recordar lo gratificante que ha sido revivir tan bonitos años se agolpan las emociones y uno siente la necesidad de explayarse con la amplitud y expresividad que los hechos merecen y de alguna forma lograr que los que lo han hecho realidad se sientan tan queridos como merecen.
Difícil me va a resultar decir cuanto sería oportuno sin caer en la adulación que mitigue el sentido principal de mi mensaje, el cualquiera de los casos si hay excesos ruego disculpas, y si los hay nunca deben afecta al colectivo de padres, únicamente sería yo el culpable.
Nada me agradará más que haceros llegar de esta, vuestra familia el cariño y la confianza, suficiente como sentir que disponéis de nosotros para cuantas ocasiones queráis utilizarnos.
Siempre estaréis en nuestro corazón.
Un abrazo de toda la familia Martínez Mier
La llama del recuerdo seguirá encendida, y los lazos que han permitido hacer juntos este bello camino, ya nunca serán un lastre sino manos que ayudaran a recorrer el que aún nos queda.
GRACIAS.
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